lunes, 4 de febrero de 2013

Manejo del aula

1.- ¡Comenzar con éxito! – Las Primeras Impresiones

El primer encuentro o “luna de miel” entre el profesor y los alumnos se da en los primeros días de clase y es cuando ellos se forman sus primeras impresiones de su maestro. El dicho “las primeras impresiones son las más importantes” también aplica en este caso.

Usualmente, los estudiantes se sientan calladamente, alzan su mano para responder y en general mantienen una buena conducta.

Pero cuidado, los alumnos fácilmente pueden despistar al profesor y hacerle pensar que esta es una clase ideal y que puede “bajar la guardia”. Sin embargo, los estudiantes al cabo de un tiempo comenzarán a poner a prueba al profesor para ver “hasta donde pueden llegar”.

Es durante este periodo que un profesor efectivo debe establecer las reglas de comportamiento dentro del salón de clases.

2.- Aprender las políticas de la Escuela

Antes de tener el primer contacto con el grupo, el profesor debe familiarizarse con las políticas de la escuela concernientes a los procedimientos de comportamiento y disciplina. El profesor debe definitivamente saber lo que la escuela espera en cuanto a disciplina tanto de estudiantes como de profesores.

Esto es clave para lograr buenas relaciones: alumno-profesor, alumno-escuela y profesor-escuela.

3.- Establecer Reglas

Desde el primer día, se debe establecer una lista de reglas en el salón de clases para encausar el buen comportamiento de los estudiantes.

Intercambiar opiniones y discutir con ellos de forma racional estas reglas, es básico para asegurarse de que los alumnos las comprendan y vean la necesidad de cada una de ellas.

Se sugiere realizar una lista de reglas corta que contenga lo estrictamente necesario para que la clase funcione correctamente. Hay que tener en cuenta que entre más reglas se impongan, más difícil será controlarlas y mayores las posibilidades de que alguna se rompa lo que puede terminar desequilibrando al grupo.

Las reglas de un salón de clase a menudo contienen: poner atención, tener respeto a los otros, evitar el ruido excesivo, saber usar los materiales y cumplir con las tareas que se asignen.

Por supuesto cada clase es diferente y el profesor deberá usar su criterio y experiencia para establecer las reglas que mejor convengan a formar un ambiente positivo para el aprendizaje.

4.- Estar bien preparado

Se recomienda planear las lecciones para la primera y segunda semana. Es muy importante crear una buena impresión a los estudiantes en ese sentido.

Es clave que los alumnos vean al profesor como una persona organizada y segura de su capacidad para llevar a cabo exitosamente el programa de estudios. De nos ser así, es muy fácil que el profesor pierda el respeto por parte de los alumnos, lo que a su vez puede llevar a problemas de todo tipo.

5.- Aprender los nombres de los estudiantes

Al hablarles a los alumnos por su nombre, el profesor hace que los estudiantes se sientan cómodos y que incrementen su sentido de atención.

También le da al profesor un mayor control de situaciones. “Patricia, deja de platicar y termina tu trabajo” es más efectivo que “Dejemos de platicar y terminemos nuestro trabajo”.

Con grupos grandes, a veces no es tan fácil memorizar los nombres de todos los alumnos rápidamente. Idear una forma de acomodo de los estudiantes dentro del salón de clases puede hacer más fácil y rápido el aprendizaje de cada uno de sus nombres.

6.- Ser firme y consistente

Un profesor puede ser firme al mismo tiempo que comprensivo y amistoso.

Un profesor firme puede crear un ambiente en donde los estudiantes se sientan salvos y seguros, al mismo tiempo, lograr el respeto.

Muchos profesores aseguran (yo me cuento entre ellos) que es más fácil para el buen manejo de la clase, iniciar el año escolar de una manera firme y relajarse después, que comenzar de una forma relajada y después tratar de ser firmes.

7.- Establecer una relación escuela-casa

En muchas ocasiones y según el sistema de cada Institución, se pide al profesorado establecer una relación profesor-padres de familia. En varias instituciones al principio de cada ciclo escolar se citan a todos los padres de familia que integran el grupo. El profesor explica y establece su forma de trabajo y la disciplina que manejará durante el ciclo.

Es muy importante que los padres de familia estén enterados de cómo se llevará la clase para que posteriormente se eviten problemas y malos entendidos.

Si la institución donde trabajas no procede de esta manera, te recomiendo que envíes a través de los alumnos un comunicado especificando todas las reglas, procedimientos y programas que se seguirán en el salón de clase durante el ciclo escolar.

 

¿Cuál ha sido la influencia de las técnicas de tus maestros en lo que hoy eres?

Explicar de qué manera incide el desarrollo del alumno en base a la influencia del maestro

Para comenzar, consideramos que, habitualmente, nuestras reacciones y comportamientos ante otras personas están mediatizadas por la percepción y representación que tenemos de ellas, y esto también ocurre dentro del ámbito educativo. De igual forma, las representaciones y expectativas del profesor sobre sus alumnos pueden modificar su actividad en el aula y su comportamiento y actitud en su relación con los escolares. Esta variación en la relación alumno-profesor influye de una manera muy significativa en el proceso enseñanza-aprendizaje y repercute y condiciona indirectamente en el comportamiento, esfuerzo y rendimiento del alumno.

En esta misma línea encontramos a Rosenthal y Jacobson, que llevaron a cabo una investigación en una escuela elemental de California en 1.968. El resultado obtenido en dicha investigación fue que las expectativas positivas en los escolares fomentan un alto rendimiento y, por el contrario, las expectativas negativas potencian un bajo rendimiento escolar.

Enocasiones, los profesores forman juicios de sus alumnos según sus creencias, diferenciando diversos aspectos en su apariencia física, en su comportamiento y su actuación en el aula. A nuestro juicio, el profesor no debe tener creencias e ideas a priori sobre sus alumnos basándose en el estatus social, raza o aspecto físico porque éstas son características que no definen a un alumno.

Consideramos que tiene una gran relevancia la representación que se produce en el primer encuentro por la observación directa de las características y del comportamiento del alumnado. La impresión inicial también es consecuencia de las informaciones previas recibidas, por ejemplo de otros profesores, y de las experiencias anteriores del profesor en contacto con otros alumnos.

A veces, el profesor tiene un concepto de “alumno ideal” y a él atribuye sus expectativas positivas. Algunas características de este alumno ideal son: el respeto a las normas establecidas, el esfuerzo, la constancia en el trabajo y el aspecto físico. Además, según el pensamiento e ideas del profesor, le dará más o menos importancia a aspectos como la reputación de los alumnos, los estereotipos, el origen étnico y la clase social.

 

Procesos de Enseñanza Aprendizaje en el Aula

LOS PARADIGMAS EDUCATIVOS Y SU INFLUENCIA EN EL APRENDIZAJE

1. CONCEPTO DE PARADIGMA

Partiendo de Kuhn (1962, p. 34) definiremos el concepto de paradigma como un esquema de interpretación básico, que comprende supuestos teóricos generales, leyes y técnicas que adopta una comunidad concreta de científicos. La aparición de un determinado paradigma afecta a la estructura de un grupo que practica un campo científico concreto. De este modo nos encontramos en la actualidad con una fuerte, crisis del paradigma conductual y un importante resurgir de los paradigmas cognitivo y ecológico. Y ello tiene relevantes implicaciones en la práctica escolar diaria, como iremos concretando.

De otra manera el paradigma actúa como un ejemplo aceptado que incluye leyes, teorías, aplicaciones e instrumentaciones de una realidad pedagógica y educativa.

Se convierte de hecho en un modelo de acción, en nuestro caso pedagógica, que abarca la teoría, la teoría - práctica y la práctica educativa. Orienta, por tanto, la teoría, la acción y la investigación en el aula.

Kuhn (1962, p. 34) afirma que la teoría, la investigación y la acción científica están sujetas a las reglas y normas implícitas o explícitas derivadas de un paradigma. Este es un requisito previo para la elaboración de la ciencia normal. También Kuhn (1962, pg. 280) denomina al paradigma matriz disciplinar, que define como un conjunto de elementos ordenados de varios tipos, que al ser especificados, influyen en la ciencia y la tecnología.

Por ello los paradigmas facilitan la construcción de la ciencia. Un paradigma se impone cuando tiene más éxito y aceptación que su competidor. Ej.: paradigma conductual - paradigma cognitivo.

Kuhn (1962) distingue los siguientes pasos en la elaboración de la ciencia, válidos en nuestro caso, para la Teoría del Currículum y la Didáctica.

a. Preciencia: Se caracteriza por el total desacuerdo y el constante debate en lo fundamental. Hay tantas teorías como científicos y tantos enfoques como teorías.

b. Paradigma: Este surge cuando se dan acuerdos de fondo entre los científicos sobre los principios de hacer ciencia y ello de una manera implícita o explícita. Se convierte de hecho en un modelo de acción y reflexión para hacer ciencia.

c. Ciencia normal: Surge por la aplicación del paradigma vigente, en circunstancias normales. Supone la existencia de un paradigma consensuado. Al tratar de profundizar éste, aparecen nuevos elementos científicos. La ciencia normal se apoya en una investigación firme, aplicada y consensuada de la comunidad de científicos.

d. Crisis: Aparece cuando una anomalía o conjunto de anomalías es tan grave que afecta a los fundamentos de un paradigma. Es en la crisis donde los paradigma se profundizan o se deterioran, crecen o desaparecen. En la crisis un paradigma compite con otro paradigma donde uno de los dos pierde su status científico.

Cuando el nuevo paradigma emergente es más poderoso sustituye al anterior, lo cual supone una importante y larga etapa de transición científica.

e. Revolución científica: Ante una situación de crisis generalizada surge un nuevo paradigma. Las luchas entre conservadores y renovadores de un nuevo paradigma determinan su viabilidad. Al final crece un nuevo paradigma, que implica una ruptura cualitativa con el anterior. Esto es la revolución científica. Esta ruptura está determinada por factores científicos, sociológicos, psicológicos y educativos.

Después de una revolución el nuevo paradigma guía la actividad científica en sus diversos campos. Un nuevo paradigma nace cuando aparece un sentimiento creciente acerca del mal funcionamiento del modelo vigente, lo que ocurre con el modelo conductual aplicado al aula. Las diversas escuelas de pensamiento científico compiten entre sí para solucionar los cabos sueltos de los paradigmas enfrentados.

Estos planteamientos tienen una importante aplicación a la realidad de la Reforma Educativa española actual en sus dimensiones curriculares. El paradigma vigente hasta la década de los setenta (y todavía hoy en muchos sectores científicos) ha sido el paradigma conductual. En esta época surgieron numerosas críticas a los diseños curriculares clásicos. (Stenhouse, Eisner, Mac Donald, Apple ...) y ello desde una doble perspectiva ante el currículum: la visión reconceptualista del mismo y la visión sociológica, que luego analizaremos.

Una nueva visión cognitiva y ecológico contextual trata de imponerse. Aparecen nuevas formas de aprendizaje (entre ellas el aprendizaje significativo) y nuevas formas de hacer en el aula (modelos de diseño curricular desde la perspectiva cognitiva y contextual).

Esta situación implica importantes contradicciones en la formas de hacer y de pensar, derivadas de la teoría científica en unos casos y en otros de la práctica «mecánica en el aula». En muchos momentos nos encontramos que en escritos de diversos científicos cognitivos, conviven importantes elementos conductuales. Y en la práctica escolar aparece un cierto caos (como en la actualidad) derivado de formas de acción cognitivas y conductuales (o mezcla de ambas) poco elaboradas.

La crisis del paradigma conductual en este momento está generalizada entre los científicos más de vanguardia (no entre todos) pero el paradigma cognitivo aún no ha triunfado plenamente a nivel teórico y está poco elaborado sobre todo a nivel de práctica. La revolución científica en este caso está en plena ebullición. Lógicamente la práctica escolar (en su gran mayoría) está anclada en modelos claramente conductuales (Amengual, H. Taba, Tylen..) con algunas incrustaciones cognitivas y ecológicas poco elaboradas. El modelo de programación por módulos propuesto por el MEC, en la Reforma de 1984 (Vida Escolar N' 229 - 230) es un claro ejemplo de esta ambigua situación. En la inmensa mayoría de los libros de texto en el mercado subyace un planteamiento conductual.

Tardarán años en generalizarse estos nuevos modelos paradigmáticos y exigirán un importante esfuerzo de formación en servicio del profesorado. Cuando el nuevo paradigma emergente es más poderoso sustituye al anterior, lo cual supone una importante y larga etapa de transición científica.

e. Revolución científica: Ante una situación de crisis generalizada surge un nuevo paradigma. Las luchas entre conservadores y renovadores de un nuevo paradigma determinan su viabilidad. Al final crece un nuevo paradigma, que implica una ruptura cualitativa con el anterior. Esto es la revolución científica. Esta ruptura está determinada por factores científicos, sociológicos, psicológicos y educativos.

Después de una revolución el nuevo paradigma guía la actividad científica en sus diversos campos. Un uevo paradigma nace cuando aparece un sentimiento creciente acerca del mal funcionamiento del modelo vigente, lo que ocurre con el modelo conductual aplicado al aula.

Las diversas escuelas de pensamiento científico compiten entre sí para solucionar los cabos sueltos de los paradigmas enfrentados. Estos planteamientos tienen una importante aplicación a la realidad de la Reforma Educativa española actual en sus dimensiones curriculares. El paradigma vigente hasta la década de los setenta (y todavía hoy e¡¡ muchos sectores científicos) ha sido el paradigma conductual. En esta época surgieron numerosas críticas a los diseños curriculares clásicos. (Stenhouse, Eisner, Mac Donald, Apple... ) y ello desde una doble perspectiva ante el currículum: la visión reconceptualista del mismo y la visión sociológica, que luego analizaremos.

Una nueva visión cognitiva y ecológico contextual trata de imponerse. Aparecen nuevas formas de aprendizaje (entre ellas el aprendizaje significativo) y nuevas formas de hacer en el aula (modelos de diseño curricular desde la perspectiva cognitiva y contextual). Esta situación implica importantes contradicciones en la formas de hacer y de pensar, derivadas de la teoría científica en unos casos y en otros de la práctica «mecánica en el aula».

En muchos momentos nos encontramos que en escritos de diversos científicos cognitivos, conviven importantes elementos conductuales. Y en la práctica escolar aparece un cierto caos (como en la actualidad) derivado de formas de acción cognitivas y conductuales (o mezcla de ambas) poco elaboradas.

La crisis del paradigma conductual en este momento está generalizada entre los científicos más de vanguardia (no entre todos) pero el paradigma cognitivo aún no ha triunfado plenamente a nivel teórico y está poco elaborado sobre todo a nivel de práctica. La revolución científica en este caso está en plena ebullición. Lógicamente la práctica escolar (en su gran mayoría) está anclada en modelos claramente
conductuales (Amengual, H. Taba, Tylen.) con algunas incrustaciones cognitivas y ecológicas poco elaboradas. El modelo de programación por módulos propuesto por el MEC, en la Reforma de 1984 (Vida Escolar N' 229 - 230) es un claro ejemplo de esta ambigua situación. En la inmensa mayoría de los libros de texto en el mercado subyace un planteamiento conductual. Tardarán años en generalizarse estos nuevos modelos paradigmáticos y exigirán un importante esfuerzo de formación en servicio del profesorado.

Tomado de: ENFOQUES Y CONCEPCIONES DEL CURRÍCULUM de Mafalda

Abarca.

http://educacion.upla.cl/mafalda/concepciones%20curriculares.pdf